Nicolás Marín tiene 25 años y es fotógrafo. Estos días su nombre apareció en distintos portales a raíz del tercer lugar que consiguió en los Budapest International Foto Awards, un prestigioso certamen que premia los trabajos fotográficos de distintos artistas alrededor del mundo. Esta distinción al joven se suma a una que consiguió en 2023 al ser elegido como Mejor Fotógrafo Ambiental.
En esta ocasión, fue la conmovedora e impresionante foto de una orca tomada en Baja California Sur la que conquistó al jurado del concurso europeo. La misma se postuló dentro de la categoría Nature underwater, es decir, la naturaleza debajo del agua.
Eso mismo es lo que deja en evidencia la foto tomada por Marín: una orca cazando junto a su familia cerca de la superficie entre distintos tonos de azules y un blanco y negro característico de su apariencia que resalta en la imagen.

La foto la bautizó como Orca Hope y ahora se quedó con el tercer lugar del certamen, que equivale a la medalla de bronce. “La vida es un regalo hermoso”, expresó el joven oriundo de San Miguel en su cuenta oficial de Instagram.
El Messi del Océano
Marín fue bautizado como “El Messi del Océano”. Aunque parezca mentira, el joven fotógrafo comparte una importante característica con el 10. Si bien el campeón del mundo sigue el destino que marca la pelota de futbol, y Nicolás hace lo mismo pero con el que le traza su cámara, ambos fueron elegidos como Embajadores de Buena Voluntad por la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) de la ONU.
El joven artista recibió el título honorífico a principios de 2024, mientras que Messi lo hizo en 2009 para Unicef.
Sin embargo, esta cualidad es solo una mínima parte de la trayectoria que logró Marín con solo 26 años. En 2023 ganó el premio a Mejor Fotógrafo Ambiental dentro de la categoría “Recuperando la naturaleza” en un concurso de la Chartered Institution of Water and Environmental Management (CIWEM).
Ese mismo año, también fue elegido como uno de los 100 jóvenes líderes del mundo en la Our Ocean Conference de la UNESCO. Además, se le suma que tuvo el privilegio de documentar las rutas migratorias de las rayas junto al National Geographic para su proyecto “Migrantes del Pacífico”.
Otra cosa que lo destaca, es que su talento, su ojo sensible y su compromiso excede a su amor por la naturaleza: hace unos días su nombre también hizo eco en los medios de comunicación por ser uno de los argentinos que formó parte de la misión a Gaza que lideró la activista por el cambio climático, Greta Thunberg.
“No podemos hacer ojos ciegos, o por lo menos yo no puedo”, sostuvo el fotógrafo. Una frase que hace referencia al genocidio en Gaza y que habla de las injusticias del mundo, pero que también aplica a su profesión y esa necesidad de seguir disparando a lo que lo rodea y mostrar cómo es en verdad el mundo con su cámara de fotos.
Fuente: BAE Negocios

