María Josefa Bonazza es la única sobreviviente de la tragedia en Villa Gesell y contó el horror que vivió hace poco más de una semana, cuando quedó atrapada bajo los escombros del hotel.
La mujer cuenta que escuchó “dos explosiones” y que, tras quedar sepultada en hormigón, recurrió a su experiencia en yoga para mantenerse tranquila. Sin embargo, una preocupación la superaba: intentaba comunicarse con su esposo, Federico Ciocchini, sin obtener respuesta.
El derrumbe ocurrió en el el Apart Hotel Dubrovnik, justo al lado del edificio Alfio I, donde la pareja dormía en su departamento de verano.
Diez horas más tarde del trágico hecho, los bomberos lograron rescatarla. María Josefa salió con fracturas en ambos brazos, algunos golpes y cortes, pero aún lúcida.
“Trataba de tranquilizarme, pero notaba que mi marido no me respondía”, dijo en una entrevista con FM Sudestada, tras ser dada de alta del Hospital Interzonal de Mar del Plata.
“En los primeros minutos le pedí que no se moviera, que ya nos iban a rescatar”, recordó. Sin embargo, en medio de la angustia, permaneció consciente y encontró fuerza en cada respiración, aún atrapada sin poder moverse.
Además de sus prácticas de yoga, utilizó otra estrategia para pedir ayuda: “Empecé a hacer sonidos en código Morse, pidiendo auxilio. Marcaba la palabra S.O.S.”, relató. Así, mantuvo su esperanza hasta que escuchó a los rescatistas y vio la camilla que la llevaría a la seguridad.
Ya en casa, rodeada por su familia y lidiando con el dolor de la pérdida de su esposo, Bonazza se mostró agradecida con todos los que ayudaron en su rescate.
“Quiero agradecer a los rescatistas, a los bomberos y a todos los que trabajaron en ese difícil momento. Si bien no regresé con mi marido, de alguna manera volví a casa”, expresó, siendo la única sobreviviente hallada entre los escombros del derrumbe.
Fuente: La100